La cooperación entre empresas es algo consustancial al propio negocio, ésta, en la mayoría de las ocasiones viene dada por la relación proveedor cliente pero muy raras veces se da la cooperación entre dos empresas que compiten en el mercado. Es obvio, que cada una tiene intereses contrapuestos, aunque no siempre es así. En muchas ocasiones aunque se venda un producto o servicio parecido se dirigen a diferentes tipos de clientes e incluso mercados.

En nuestro país en particular, ante la duda, toda empresa es competencia y por lo tanto estamos ante el enemigo número uno. Creo que hay muchas formas de colaboración y en muchos grados. La más importante, sin duda alguna, es la de poder poner encima de una mesa el futuro del sector y sus mejoras de cara a la imagen de los clientes e incluso de la masa crítica en general, temas de seguridad, normativas y puesta en común de problemas comunes a nivel de exportación, logísticos, injerencias de empresas de otros sectores, etc.

Desgraciadamente, tenemos un grave problema en el país ya que muchas de estas formas de colaboración se realizan a través de asociaciones donde se marcan las pautas de los sectores.

El trabajo y la colaboración dentro de organizaciones como las asociaciones tienen poco arraigo en el país y en líneas generales se ven como algo que no tiene valía. Escenarios donde se comparte información general que aporta poco a nuestros negocios e incluso muchas empresas se afilian a estas asociaciones con el único propósito de buscar cliente, algo permitido pero que al final aporta poco al resto de afiliados.

No sabemos compartir información que al final es beneficiosa para todos, partimos de la desconfianza de al enemigo ni agua, paradigmas sobre no dar ni una ventaja aunque esta también sea para mí. Mantener relaciones cordiales en el mejor de los casos para salvar las apariencias. Estar pendientes de lo que hacen los demás y sobre todo que no vean lo que hago yo.

La desconfianza es el peor enemigo de la colaboración y cuando esto se da en un sector esté tiene un gran problema y se puede considerar un sector enfermo y débil ya que no se podrá proteger de injerencias ni de abusos tanto de normativas como de malas prácticas de empresas del propio sector, haciendo un daño irreparable a la imagen del mismo y finalmente a cada una de las empresas que no han tenido la visión de futuro, principalmente por la confianza que se necesita para ello.

Debemos reflexionar de manera importante sobre este punto y creo que las instituciones tienen también un importante papel para apoyar e incentivar este tipo de asociaciones de cara a hacer más fuertes y competitivas nuestras empresas. Esto tiene que ver finalmente con lo competitivos que seremos en el mercado ya que otros países como Alemania, Francia etc.tienen una cultura de asociaciones muy arraigada.