Planificar una feria internacionalmente es más complicado y lleva más tiempo que hacerlo a nivel nacional. Organizar y participar en una feria no es fácil, si además le sumamos la complejidad de hacerlo a miles de kilómetros de distancia, en otro idioma y con costumbres que no controlamos, incluso que muchas veces desconocemos, puede convertirse en una auténtica pesadilla.

 

Cuando planificamos una feria fuera de Europa tendremos que tener en cuenta aspectos que normalmente no contemplamos como el papeleo y costes de aduana si vamos a enviar alguna mercancía o algo tan común como la diferencia del sistema eléctrico ¿quién no ha ido a una feria y una vez allí se percata de que el DVD no le va o de que no puede enchufar el portátil? muy obvio, pero nos pasa.

Conocer las costumbres y hábitos del país donde vamos a exponer puede evitarnos muchos problemas y nos hará la experiencia mas fácil.

Si estamos acostumbrados a exponer en nuestro país, incluso en los países vecinos, no encontraremos tantas diferencias como si exponemos en EEUU.

A la hora del montaje la principal diferencia son las “unions” o sindicatos de trabajadores del sector con los que estamos obligados a trabajar si queremos exponer en una feria en EEUU.

También nos encontramos con algo nuevo para los que no están acostumbrados a exponer en USA y es lo que ellos llaman “Drayage” que es un cargo por manipular la carga que llevamos y que los organizadores de las ferias cobran a los expositores. El importe es por peso y por volumen y es bastante elevado. Otra forma más de sacar dinero al expositor.

En lo referente a la construcción y el diseño de los stands, mientras que en Europa los stands suelen ser de diseño personalizado, y de usar y tirar, en EEUU nos encontramos más con stands tipo modulares que después se reutilizan. En Europa alquilamos el espacio para nuestro stand y es un espacio vacío, en EEUU los espacios tienen ya una separación entre stands, que suele ser una simple cortina.

Nosotros utilizamos mucho las tarimas, que elevan los stands unos centímetros del suelo, en las ferias americanas los stands están a ras del suelo, no hay plataformas ni tarimas que eleven el stand, utilizan moquetas y fieltros reutilizables.

La primera gran diferencia que nos encontramos en el propio evento es el tiempo, los horarios de las ferias norte americanas suelen ser mucho más cortos que las  interminables jornadas de las ferias europeas. En Europa se usan mucho las ferias para llevar a cabo reuniones importantes y negociar contratos, acostumbramos a pasar bastante tiempo en los stands, también influye la hospitalidad de las empresas expositoras y lo que nos gusta la parte más social del evento que hace que nos tomemos la visita de las ferias mas ociosamente que los visitantes americanos, que raramente dedican mucho tiempo a estar en un stand. Ellos pasan rápidamente por los stands, cogen la información que les interesa y siguen con su recorrido. Esto hace que la estrategia que utilizamos para atender a los visitantes cambie si lo hacemos en una feria europea o en una feria americana, incluso el perfil de las personas que atienden los stands cambia. También cambia la distribución del espacio, aquí solemos dedicar bastantes metros cuadrados a la zona de hospitalidad y a zonas privadas, en caso de exponer en una feria en EEUU deberemos adaptar el diseño de nuestro stand al tipo de tráfico que vamos a tener.

Otra diferencia con la que nos encontramos es la vestimenta, mientras que en las ferias Europeas los expositores suelen ir de traje o por lo menos vestidos de manera formal, a los americanos les va mas la vestimenta corporativa con colorines y camisetas con logos.

Un proveedor global con experiencia internacional que ofrezca sus servicios en el país en el que vamos a exponer puede ayudarnos con todos estos aspectos que desconocemos y que suponen una dificultad añadida en la planificación de la feria.